Picones, chololos, conchas y bolillos, piezas de pan especialidad de quién utilizaba un horno barro de una sola entrada, con palas de largos mangos metía los pedazos de masa y después sacarlas hechas pan (padilla). Don Max le dedico años de su vida a esa profesión, cuando sus pies, manos, ojos y algo de falta de buena salud le impidieron seguir con su actividad, sus hijos contemporáneos dedicaron sus vidas a otros trabajos, la panadería cerro, el edificio callo de viejo. Hoy se vuelve complicado encontrar pan hecho con el tiempo y hornos que den ese sabor que solo puede conocer cenando por la noche junto a la abuela, yo con mi chocomilk ella con su café. “¿Paloló abuela, paloló?.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario