Nunca busco discutir, porque me molesta tener la razón. Un taxista me insulta porque le pedí respetara el semáforo en rojo y así poder pasar; un cuidador de autos me insulto porque no le quise dar unas monedas por haberme cuidado el auto, siendo que en el estacionamiento hay un letrero que dice claramente que la empresa no se hace responsable por ningún daño que sufra mi automóvil; la cajera de una tienda departamental pone cara de “fuchi” cuando le pido no aviente las tostadas, el pan tostado y los refrescos de lata después de pasarlos por la caja registradora. Por pedir respeto, soy irrespetuoso. ¡Vida injusta!
Hola, bienvenido a los incomprendidos, pero hay de tí si empiezas a quedarte callado, nos comerán los groseros y maleantes, GRITA, GRITA tu inconformidad, yo lo haré por mi lado.
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