No es opción.

La mezquindad no es opción. No es opción dejar de tener éxito o buenas ideas solo por no incomodar a otro o hacerlo sentir mal por su nula aportación. No es opción desatarte de aquello que limita tus derechos a lograr tus sueños solo porque no entra en planes de los demás. No es opción tener éxito y gritarlo a los cuatro vientos como reacción natural porque el enano mental no lo asume como un éxito franco y honesto. No es opción quedarte callado, cuando tu derecho es la réplica y se te oprime por el solo hecho de discernir. No es opción dejar de actuar porque él se detuvo ante un percance en su primer intento. No lo es.