Eso se vuelve el trajín de mi hermano para poder obtener su título y cédula profesional. Su esfuerzo en realizar su maestría no es suficiente para que la Universidad (jactándose de ser autónoma) haga que él y tantos alumnos tengan que recoger en la escuela su “papel”, llevarlo a la imprenta, regresar a la universidad y esperar se recolecten las firmas para regresar por segunda ocasión a la imprenta, poner los sellos y demás requisitos necesarias para así poder obtener el visto bueno y las últimas firmas en su “papel” de piel de cabra. Es la primera parte, falta su segundo peregrinaje, el de su cédula profesional. No desistas.
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