Mi amigo regreso triste de su pueblo, pues se encontró con la novedad de la falta de adornos navideños en fachadas de casas, árboles de la plaza, la inexistencia de juegos mecánicos y puestos de vendimias. De igual forma la gente se ha olvidado de terminar de poner el árbol de navidad. Algunas casas compraron su árbol natural, pero no le han colgado sus adornos, otros tienen los adornos y no tienen árbol. “Eso se nota, hasta los niños se dan cuenta -dice Rubén-, mi sobrino me pregunto: ¿Y cuando empieza la navidad?. Entiendo la falta de recursos para la adquisición de adornos y los paseos a la feria navideña, pero, ¿es señal que el espíritu “navideño” se compra?” ¿Será?
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