“Yo no sé para que lo trasladan, si de todas formas no va a vivir” dice el doctor después de dar el diagnóstico del joven que sufrió un accidente en motocicleta y sufrió una fuerte herida en la cabeza. “Solo sería mover inútilmente la ambulancia, si ocurre otro accidente, no vamos a poder atenderlo” Remata el doctor en turno en la clínica. Olvido que tomo el Juramento de Hipócrates cuando se recibió de profesión tan noble, olvido el último párrafo del juramento, olvido asistir a su graduación y no lo dijo, algo olvido, no sé que fue. Solo quiere entregar buenas cuentas sobre los manejos de los recursos, si no logra salvar vidas cuando menos mantendrá las finanzas sanas. ¡Inútil!.
Y eso que no sabes la del médico "de guardia" del Instituto, que se encerraba a pieda y lodo en la noche para no oir si alguien tocaba al hospital. O el del médico que iba en el camión que se accidentó y jamás atendió a nadie, o que cuando le atropellaron a un vecino ante su puerta corrió a encerrarse porque ya nada se podía hacer, y ahí agonizó el desgraciado vecino hasta que murió. Eso sí eramos como cincuenta los estúpidos mirones buenos para nada alrededor.
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