viernes, 27 de marzo de 2009

Tigre sin rayas.

-No, si mi marido cuando joven le decía el Tigres de la Sierra, era de andar con pistola en cintura y escopeta al hombro, mujer que le gustaba mujer que se llevaba-. Hombre de la sierra, bravo, desconfiado. Hoy la mayoría del tiempo se la pasa ebrio y sin trabajo, dos vasos de cerveza son suficientes para que le provoquen perder el equilibrio y caerse de estar acostado, yo sin conocer sus referencias tuve charlas tranquilas y corta amistad con él. En días pasado fue protagonista en una riña con unos policías, fue arrestado junto con su amigo de copas. Nunca me invito a tomar, ni si quiera por educación, no era de su confianza.

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