sábado, 6 de febrero de 2010

Afortunado.

Entre mis tantos desatinos, tantos “golpes” de la vida, propios o heredados, me considero afortunado. Entre mis tantos arranques de frustración, tantas humillaciones propias o adjudicadas, me considero afortunado. Entre mis tantos fracasos, caídas de cara contra el suelo, por mis tropiezos o trampas de otros, me considero afortunado. La vida me ha pedido realice mi enganche y sea puntual con los pagos para darme lo que añoro, pero me siento afortunado. Las tengo a ustedes. A ti, estando yo en el suelo, no claudicaste, aún herida me alentaste a levantar la cara, aún lastimada me tendiste la mano. Por tu lealtad, tu inquebrantable creencia en mí. A ella, que es lo palpable de que existimos. Me siento afortunado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario